Windows 10
En los próximos días o semanas, Microsoft anunciará la disponibilidad de su nuevo sistema operativo Windows 10, lo que desde ya está generando mucha excitación acerca de lo que incluirá o no la versión definitiva.
Teniendo en cuenta el desastre comercial que protagonizo la lamentable versión anterior, Windows 8, no es de extrañar la expectación por ver si esta nueva versión está a la altura. Las apuestas son altas y Microsoft sencillamente no puede volver a equivocarse, por la cuenta que le tiene.
Hemos probado las betas recientes de Windows 10 y la sensación es buena. Son estables y rápidas y con una correcta mezcla del nuevo interface Metro y el antiguo sistema de botón de inicio, que corrige la suicida versión previa.
Tengo que decir que el nuevo aspecto minimalista y colores chillones que parece haberse puesto de moda tanto en Microsoft como en Apple me parecen sencillamente repelentes y un claro retroceso, pero como al final nos tendremos que acostumbrar, es mejor que lo dejemos aquí.
Y como siempre en este periodo previo a su presentación final, se habla mucho de las nuevas características que incorpora, las cosas nuevas que trae o que programas incorpora que nos hagan merecer la pena sacar la billetera y pagar los 150€ de las versiones superiores.
Y la respuesta corta es… ¡Nada! Sí. Trae Cortana que es algo de lo más interesante y que aún no he probado debidamente, pero si nos remitimos a la pregunta del millón que es
¿Qué puedo hacer con Windows 10 que no pudiera hacer con Xp, Vista, Windows 7 o Windows 8? La respuesta sigue siendo nada.
Claro que si solo comprásemos tecnología de acuerdo a esa regla, la industria quebraría al momento. Pensad por ejemplo en cuantas veces habéis cambiado de teléfono móvil en los últimos años, abandonado un modelo que funcionaba a la perfección por otro que realmente no hacía nada que no hiciese el anterior.
La realidad es que las nuevas versiones de los sistemas operativos como Windows u OSX vienen determinadas por las necesidades de las Microsoft o Apple y no por las nuestras y asombrosamente son capaces de hacernos pasar por caja una y otra vez sin un motivo claro.
La razón de Microsoft para sacar una nueva versión de Windows es que necesita recuperar una posición fuerte con respecto a la gran empresa, y sacar un sistema operativo que integre en el ambiente corporativo todos los servicios de Microsoft, que son los servidores de red, los clientes Windows, sus teléfonos móviles y sus tabletas Surface.
Todos esos productos han estado vendiéndose mal, relativamente y con baja participación de mercado en tabletas y teléfonos, pero lo que Microsoft busca es integrar todo esto en el mercado corporativos para ir cerrando el lazo a sus clientes y que se muevan en un ecosistema liderado y dominado por el, con imposibilidad para terceros (Léase Apple) de entrar en él.
La estrategia de Microsoft tiene mucho sentido y los clientes de tipo gran empresa, aunque a nivel personal pueden haber comprado IPhone o Ipad, siguen sin haber dado el paso de integrarlos en la estructura corporativa porque Apple o Google no tienen modelo para esto y Microsoft sí.
Por eso si Microsoft nos consigue ir llevando a Windows 10 (Y va a lograrlo casi con seguridad), su posibilidad de vendernos un móvil a ti o a mí, sigue siendo casi nula, pero en cambio podrá vender los teléfonos Nokia por centenares o miles a clientes corporativos, y tabletas a todos los que antes se compraban portátiles (También ahora seguirán comprándose portátiles, pero además Tabletas Surface)
Y esto queridos amigos, es el motivo de fondo por lo que Microsoft necesita desesperadamente Windows 10, y por eso está bastante dispuesto a regalar copias de él, a quien le acredite que tiene una copia legitima de Windows 7 u 8, porque su negocio no está solo en venderte Windows, sino en lo que le puede caer luego.
Existe otra razón mas para esta generosidad. Las ventas de licencias de Windows lleva ya unos años siendo una parte cada vez menor de los beneficios de Microsoft (Como el 16% parece ser) por lo que la idea de legalizar de golpe un buen numero de millones de usuarios dudosos, puede ser una jugada que le abra las puertas a conseguir clientes para otros productos suyos o de su tienda online, que este si que es un objetivo interesante con los clientes domésticos.
Apple está ganando tanta pasta con sus teléfonos y demás que ha popularizado la política de regalar la actualización de sus sistemas operativos OSX a los usuarios legales, que en el caso de Apple son prácticamente todos, para poder establecer la misma estrategia de integración de sus Mac con sus teléfonos y tabletas, pero sigue sin tener una oferta corporativa digna de mención y da la sensación de que ni siquiera la busca.
Las nuevas versiones de OSX son tan vacías e innecesarias como cualquiera de las Microsoft. Empecé en OSX con Mavericks y como fué el primero me gustó. Pero la ultima versión, Yosemite es un paso atrás en aspecto y nada digno de mención a nivel de usuario. El anuncio de una nueva version «El capitán», asi en castellano, promete ser mas de lo mismo
Su negocio está en las particulares y pequeñas empresas y por increíble que parezca ha sabido crear un imperio mayor que el de los que venden a grandes corporaciones.
Microsoft no podía dejar esa puerta abierta y por eso sale a cubrir el hueco, lo que me parece bien, porque había iniciado una política suicida con Windows 8, que parece que se ha corregido con Windows 10, y eso amigos es bueno para todos.
Pero lo que me parece menos bien es que desarrollan su estrategia para conseguir que nosotros les paguemos lo que necesitan ellos. Y ¿Sabéis que? probablemente lo conseguirán, pero no seré yo quien haga cola para comprar Windows 10.
